Una de las grandes dificultades para definir la diabetes es su gran heterogeneidad. La palabra «diabetes» pone en un mismo saco tanto situaciones clínicamente muy leves, con alteraciones meta-bólicas apenas detectables, como otras que agrupan diversas com plicaciones de la máxima gravedad. Y a entidades de etiología y patogenia totalmente diferentes, como pueden ser, por ejemplo, la diabetes tipo 1, la diabetes gestacional o la diabetes secunda ria a las enfermedades del páncreas.
Es decir, que al hablar de diabetes mellitus nos podemos es tar refiriendo en realidad a un gran número de enfermedades que, aunque tengan muchos puntos coincidentes, sobre todo los correspondientes a su curso, evolución y complicaciones, tam bién tienen muchas diferencias.
Por todo ello es fundamental al hablar de diabetes que a su nombre, «diabetes», se añada su «apellido» o el tipo de que se trata.
Igual que con la interpretación de los tests diagnósticos, se ha hecho un gran esfuerzo para unificar criterios y los comités de expertos han trabajado mucho para consensuar una nomencla tura en la clasificación de la diabetes que fuera aceptada por todo el mundo. Asimismo, periódicamente se realizan revisiones para adaptarla a los nuevos descubrimientos.
Actualmente, la clasificación de la diabetes distingue entre cuatro tipos, alguno con subdivisión en numerosas variantes:
• Tipo 1.
• Tipo 2.
Otros tipos específicos.
• Gestacional.
Expondremos las principales características de cada uno.
1 comentarios:
“Si la diabetes no se trata, resulta en cetosis, que es la acumulación en la sangre de cuerpos cetónicos o productos provenientes de la degradación de las grasas en los tejidos; le sigue la acidosis (presencia excesiva de ácido en la sangre), acompañada de náuseas y vómitos. Si la acumulación de los agentes tóxicos originados por la alteración del metabolismo de los carbohidratos continúa, conduce al llamado coma diabético.” (Encyclopædia Britannica.)
fuente: http://www.comoesladiabetes.com/
Publicar un comentario