¿En qué consisten las lesiones de la retina cuyos nombres vemos con frecuencia en los informes oftalmológicos?

Las principales lesiones que pueden aparecer en la retinopatía dia­bética son las siguientes:
Microaneurismas: pequeñas dilataciones de los capilares que cuando se explora el fondo de ojo aparecen como puntitos rojos. No alteran la visión.
• Pérdida de la impermeabilidad capilar: dicha pérdida da lugar a una posible fuga de ciertos fluidos del interior de los capi lares, que se depositarán después en la pared de la retina. Al principio sólo es demostrable al practicarse una angio-fluo-resceingrafía (fotografía del fondo del ojo instantes después de haber inyectado una sustancia fluorescente por vía endo venosa). Más adelante, en la exploración del fondo de ojo, estos fluidos, que son de naturaleza grasa, aparecen deposita dos en la retina en forma de manchas de color blanquecino. Son los llamados «exudados duros». Pero el principal peligro no está en los mismos exudados. En esta fase, simultáneamen te, pueden aparecer unas áreas de espesamiento o hinchazón de la pared de la retina que constituyen el llamado «edema retiniano». Esta lesión resulta muy peligrosa, sobre todo cuan do está localizada cerca de la mácula, que es la región de la re tina con mayor sensibilidad.
• Obliteración de pequeños vasos: cuando la retinopatía es más importante, muchos vasos pequeños se han ocluido y en el examen del fondo de los ojos se observan manchas blancas muy tenues o exudados algodonosos. Generalmente se de tectan pequeños focos de hemorragia (microhemorragias). En esta fase la retinopatía puede considerarse como grave o preproliferativa, indicando dicho término que existen bas tantes probabilidades de que aparezca la lesión más peligrosa en la retinopatía: la proliferación de pequeños vasos.
• Proliferación de pequeños vasos: cuando aparece, formando unas redes de capilares que se van extendiendo por la super ficie de la retina, se dice que la retinopatía es proliferativa. La diferencia con las otras formas es muy importante, hasta el punto que en la práctica, en el lenguaje oftalmológico existe una división fundamental entre retinopatías proliferativas y no proliferativas. La formación de neovasos suele evolucionar hacia brotes de proliferación y de regresión, pero son susti tuidos progresivamente por un tejido fibroso o fibrovascular, que se adhiere con facilidad no sólo a la cara anterior de la retina sino también a la posterior del vitreo, la capa del ojo anterior a la retina.
• Contracción de las fibras proliferadas: el tejido fibroso de estas zonas puede retraerse con el peligro de provocar tracciones localizadas de la retina y zonas de desprendimiento retiniano. Estas lesiones se acompañan muchas veces de hemorragias en el vitreo, momento en que puede perderse bruscamente la visión al crear la hemorragia una opacidad total que impide que la luz llegue a la retina.

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