¿Cómo se conoce la existencia de una neuropatía periférica?

Por sensaciones anormales de tipo diverso que suelen aparecer en los pies, piernas y muslos en forma de hormigueos, calambres, sensación de quemadura, de acorchamiento o de dolorosos pin chazos. Estas son las molestias más frecuentes. Aveces puede ser doloroso el simple roce de las sábanas. Suele haber un incremen to de la intensidad de estos síntomas durante el reposo nocturno en cama. El comienzo es bastante agudo y en general va precedi do de un largo período de descompensación hiperglucémica.
A esta forma de presentarse se la llama polineuritis diabética.
Las molestias pueden ser muy intensas y durar largo tiempo, incluso varios meses, aunque normalmente acaban respondiendo bien a un tratamiento correcto. Con frecuencia, y hasta que no llega la mejoría, se altera el estado general, con falta de apeti to y pérdida de peso, pudiendo aparecer síntomas de depresión.
Hay formas menos habituales en las que predomina la atrofia de la musculatura, especialmente la de los muslos, con la corres pondiente pérdida de fuerza.
En diabetes de larga duración y personas de edad madura, en ocasiones hay formas de aparición solapada y con molestias mu cho menos agudas pero que se establecen, en mayor o menor grado, de una forma crónica, siendo muy difíciles de erradicar. Predomina la falta de fuerza en piernas y pies.
También en este mismo tipo de personas aparecen más a me nudo formas de neuropatía que afectan a un solo nervio, espe cialmente los motores de los ojos, responsables de sus movimien tos. El globo ocular queda sin poderse mover en una determinada dirección y, al mirar hacia allí la persona ve imágenes dobles (di plopia). Aunque esto asusta mucho al que lo padece, suele ser una complicación clínicamente muy benigna y que en la mayoría de casos se resuelve en dos o tres meses.

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